Algo se está moviendo en Valencia. Sus vecinos lo notan y lo comentan con cierta prudencia, como si no acabaran de creérselo. Los visitantes, que llegan en busca de una ciudad orientada hacia fuera, hacia el mar, se encuentran con una Valencia más introspectiva, que escucha a todos y devuelve a cada cual lo que necesita, que es capaz de ser más generosa con todo aquel que pisa sus calles. Una ciudad que asiste a un silencioso florecer de la cultura valenciana y oye respirar a unos espacios que han pasado de perfectos extraños a parte imprescindible del pulmón que da vida a la ciudad.
Los cafés librería de Valencia suman fieles por momentos y se transforman, en ocasiones, en abanderados de la resurrección cultural y gastronómica del barrio en el que se encuentran. Visitar cualquiera de ellos es intuir la ciudad despreocupada e integradora hacia la que, en su metamorfosis, se dirige Valencia.
UBIK CAFÉ
Barrio de Ruzafa
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Sus dueños, tres italianos amantes de la literatura de ciencia ficción (con referencia a Ubik, título de una novela de Philip K. Dick), abrieron el primer café-librería de Valencia en 2008. En la Administración no comprendían que alguien quisiera mezclar libros y café en un mismo espacio, pero Lorenzo y sus socios estaban decididos a construir el local que a ellos les habría gustado frecuentar. Hoy, Ubik Café (Literato Azorín, 13) es un reducto polifacético en el que conviven libros de segunda mano y novedades literarias, adultos y niños, observadores del arte de sus constantes exposiciones y amantes de la cerveza artesana. Del vecino mercado de Ruzafa proviene la materia prima de su menú diario, siempre con opciones vegetariana, de carne y de pescado. Visitar Ubik Café es adentrarse en la transformación del barrio de Ruzafa.
MUEZ
Barrio del Carmen
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La gastronomía no protagoniza solamente la carta de Muez (Plaça del Mercat, 20), también es la niña bonita de sus estanterías. Este café-librería de corte culinario abre primero el apetito con las sugerentes y coloridas portadas de los libros que exhibe, para saciarlo después cuando los plantos llegan a la mesa. Un tándem perfecto. La ubicación, cercana al Mercat Central, tampoco es casual: en Muez se valora el producto cercano y de temporada. La recién inaugurada terraza se ha convertido en el lugar de reunión habitual de quienes, antes o después de hacer su compra en el mercado, buscan las mermeladas caseras del desayuno o el vermú del aperitivo, la bebida estrella de la casa, que siempre cuenta con siete u ocho referencias de calidad. Un espacio inmejorable para disfrutar de los sabores locales y llevarse, de paso, algunas ideas encuadernadas que revivirán los fogones de nuestra cocina.
CHICO OSTRA
Barrio de Benimaclet
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Reciclaje e intercambio podrían ser las aspectos que mejor definen el espíritu de Chico Ostra (Carrer del Músic Belando, 15), que ya es un icono en el ecléctico barrio de Benimaclet. Aquí todo desprende conciencia ecológica: los libros y la ropa de segunda mano; los muebles restaurados por Raquel, la dueña del local, o la comida casera elaborada con productos locales: Benimaclet es, probablemente, el barrio con más huertos urbanos de la ciudad. Chico Ostra está pensado como “un espacio de uso medio-público” en el que todos pueden proponer presentaciones de libros, reuniones, recitales o exposiciones. Desde la casa organizan todo tipo de actividades, incluido un brunch de domingo al mes (6 euros por persona). La tendencia predominantemente vegetariana del local se combina con las cervezas y los vinos artesanos de la terreta. Los postres son famosos en el barrio y cualquiera de ellos será una buena elección al visitar este café-librería donde la familiaridad es el valor en alza.
KAF CAFÉ
Barrio de Benimaclet
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“Un espacio abierto pensado para que la gente interactúe con él”. Así se define el Kaf Café (l’Arquitecte Arnau, 16), uno de los locales que marca el ritmo cultural de Benimaclet. El dueño, Sebastián, poeta y amante del arte y la cultura, abrió el local en 2009 para tener un lugar inspirador en el que reunirse con su grupo de poesía. Desde entonces, Kaf Café ofrece micro abierto los martes y jueves, talleres de todo tipo, debates, proyecciones y recitales. Quienes lo frecuentan tienen algo en común: adoran la cultura y están comprometidos en fomentarla, especialmente la literatura y, más en concreto, la poesía. En la cocina apuesta por una comida natural, de huerta, que se materializa en hamburguesas vegetales o las famosas patatas del Kaf. Un café-librería para poetas de la letra y, también, de la vida.
Irene Rodrigo es la creadora y presentadora de Léeme, programa de televisión online dedicado a la literatura.
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