El club de la buena vida se disfruta en Madrid





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Madrid Warehouse es más que una terraza: es savoir vivre

El maravilloso palacete La Quinta Marqués de la Concordia de Madrid, ubicado en la calle María de Molina 25 de Madrid, es el nuevo centro de operaciones de este planteamiento. El edificio, del siglo XIX y estilo romántico, fue construido por orden de José Fernando de Abascal, Marqués de la Concordia, y ha sido remodelado y ambientado con un estilo colonial, sobrio y refinado. Se respira la paz propia de los clubs de otro tiempo, donde se pasaban las horas, donde el tiempo alcanzaba otra dimensión y se ralentizaba para que los socios y los invitados pudieran concentrarse sin prisa en los placeres a su alcance, entre ellos, el silencio.





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“Nos gusta denominar a esta nueva idea del espacio, como ‘el club de las experiencias’. Es decir, una invitación a descubrir un sentido de relax unido a la excelencia de la gastronomía, el vino y otros productos como el aceite, el queso y el ron, todo bajo el nombre de WareHouse, we are farmers since 1366”, comenta María Fernández de la Vega, la Directora de Comunicación del proyecto.





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Los productos de la tierra son los protagonistas del despertar de sentidos que parecen perdidos en la vida urbana, veloz y cambiante. El lema principal es: “desde la granja a tu mesa”, una forma muy gráfica de describir su cocina de temporada, con un toque casero. Su chef, Juan Martínez-Alonso, ha elaborado una cocina del siglo XXI natural y sencilla, en la que la maestría técnica del cocinero se pone al servicio de los ingredientes, para que estos muestren todo el potencial de su calidad.





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Las raíces de este árbol gastronómico del nuevo club son muy profundas, llegan hasta una antigua hacienda salmantina situada en uno de los valles más espectaculares de la península ibérica, el Valle del Duero. En 1366, Inés de Limoges donó la Hacienda a los frailes dominicos a cambio de salvar el alma de su difunto marido. Los frailes vivieron allí y cultivaron las tierras y los campos de trigo. Pasado casi un siglo, en 1485, Cristóbal Colón se alojó en Hacienda Zorita mientras intentaba recaudar fondos que le llevarían a cruzar el Atlántico y seguir una ruta alternativa a la de Marco Polo para llegar a China… o eso pensaba. Colón paseó por sus jardines de secuoyas, arces, cipreses y encinas, soñando con ese viaje de descubrimiento y exploración del otro, pero también de uno mismo.





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El río Tormes pasa literalmente por debajo de la casa principal, convertida en un hotel de primera categoría, perteneciente a Small Luxury Hotels of the World, y de cuya rehabilitación son responsables los arquitectos Ignacio Lliso y Julián Manzano-Monís. La bodega cuenta con el diseño de José María Pérez, Peridis, autor de la monumental cubierta de la nave principal. En el diseño del interiorismo se ha respetado una atmósfera monacal con mobiliario sobrio y algunas piezas contemporáneas de madera que le aportan calidez y la idea de un lujo sereno.

“Nos gusta denominar a nuestro entorno la Toscana española por la magnitud de la naturaleza que nos rodea y el valor histórico de cada pueblo y ciudad circundante. Y también, Duero Valley, para conectarlo con el contexto internacional, aunque nos sentimos orgullosos de la esencia ibérica. Nuestros embutidos y jamones ibéricos, el aceite, quesos y vino han sido premiados internacionalmente en varias ocasiones.”, explica Duarte Gonçalves da Cunha, Director General de Hacienda Zorita Wine Hotel Spa y del nuevo club madrileño.





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En una de las áreas de negocios de Madrid, llena de oficinas y de estudiantes de MBA de las escuelas circundantes, este club invita a relajarse en mitad de la jornada, desayunar, comer o cenar bien, y reunirse o relajarse en su coqueto jardín interior.

Pronto también se podrán adquirir productos naturales en la tienda gourmet Warehouse en España, con la misma filosofía,Slow food, la lentitud del buen hacer. Y se ampliará The Haciendas Club, el punto de encuentro en Madrid para los casi 1.000 socios del Members’ Club Without Walls nacido en Londres hace 5 años, de la mano de Richard Macadam y Jaime Boville Gª de Vinuesa.





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Como curiosidad, cuentan además, con un Rhum Bar, un concepto de coctelería traído de St. Kitts Nevis, dos de las islas de las West Indies, donde se encuentra la destilería de la marca desarrollada en exclusiva para el club, SISTER ISLES ™, un ron de producción limitada y artesanal.

A pesar de la exclusividad de todas las experiencias que ofrece el club, no es de carácter cerrado: está abierto a todos los amantes de lo exquisito y del sosiego, un club para soñar con el viaje más importante que podemos experimentar, el descubrimiento de la “buena vida”.

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