No hay pingüinos en el Ártico ni osos polares en la Antártida

La Antártida es el lugar más frío, alto, ventoso y seco de la Tierra, si hubiera una palabra con la que resumir el último continente esta sería HIELO. Y sin embargo no hay nada que sorprenda más cuando se visita la Antártida en barco que la proliferación de vida. Los ricos mares australes congregan una rica variedad de millares de aves marinas, ballenas y focas. Pero toda esta de vida se basa en una cadena alimenticia relativamente simple cuyo eslabón primero es el krill.

Atardecer desde el Monte Mill. Foto: Sebastián Álvaro

He tenido la inmensa fortuna de visitar varias veces tanto el continente helado y también las islas subantárticas. Quizás la mayor demostración de aves marinas ha sido en las islas Georgias del Sur. Aquí os dejo una selección de esas aventuras y algunas de las miles de fotografías de esos inmensos y maravillosos viajes que, sobre todo, tengo impresionados en la retina.

 

Como todo el mundo sabe (aunque ahora con motivo del centenario de la conquista del Polo Sur he leído cosas como que «los expedicionarios llevaban escopetas para hacer frente a los osos polares»), NO hay pingüinos en el Ártico ni osos polares en la Antártida.

Láminas de Wilson

Los animales que mejor símbolizan la fauna antártica quizás sean los pingüinos, que figuran en camisetas, sudaderas y cuantos objetos de recuerdo se venden. De la enorme variedad de pingüinos que existen en las aguas y costas de la Antártida y los mares que la rodean, he podido observar a los siguientes: Emperador, Rey, (estuve con unos amigos en una pingüinera de cientos de miles de ejemplares en la bahía de St. Andrew, en Georgias), Papua, Adelia, Barbijo, Macaroni y cresta amarilla.

 

El momento más emocionante, sin embargo, lo he tenido observando ballenas y orcas, y a las focas leopardo cazando en una colonia de pingüinos Papua.

Foca Leopardo en el Estrecho Lemaire. Foto: Sebastián Álvaro

La Isla de los Pájaros posee uno de los mejores lugares del mundo para observar albatros gigantes. Y para elefantes marinos, sin duda, Georgias pues concentra en sus playas la mitad de la población mundial.

 

Es mucha variedad pero espero que estas fotos os hagan una idea de lo sorprendente y compleja de la vida antártica, de su belleza y fragilidad y de la importancia de conservar la Antártida como el último lugar del planeta que no ha sido repartido ni colonizado y que debemos mantener al margen de cualquier ambición territorial, económica, militar o científica. Sería magnífico que nuestros hijos vieran al continente helado convertido en el primer Parque Mundial.

Fauna antártica. Elefante marino. Foto: Sebastián Álvaro

Fauna atártica. Elefante marino

 

Focas en la península Antártica.

 

Pingüinera de pingüinos Rey en Sant Andrew, Georgias del Sur.

 

Pingüino Macaroni en Georgias del Sur.

 

Pingüinos papua en la isla Booth.

 

Un pingüino buscando a sus padres en Port Lockroy.

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