El simple hecho de irnos de vacaciones o poder hacer una escapada corta nos permite desconectar del estrés, de los quehaceres diarios, de la rutina… Sin embargo, no siempre son suficientes para recargar energías, máxime cuando lo que necesitamos realmente es dar un paso más allá, algo más profundo que una recuperación de las horas de sueño perdidas o sacar por fin unas horas para disfrutar de la familia o los amigos. En esos momentos, son necesarias escapadas que nos permitan reflexionar, un viaje a nuestro interior, que nos ayuden a algo tan importante como el conocerse a uno mismo. Ya lo dijo Alejandro Magno: «Es la tarea más difícil que puede proponerse una persona, porque pone en juego nuestra racionalidad, pero también nuestros miedos y pasiones». Y es lo que se procura en destinos como los siguientes, pensados para la meditación, pero también para el disfrute. No tienen por qué realizarse en solitario, pero permitirán un peregrinar interior del que, seguro, saldremos fortalecidos.
Aunque hace ya años de su exitosa incursión en el mercado discográfico, la comunidad benedictina del monasterio de Silos, en Burgos, sigue siendo la principal referencia para quienes buscan un retiro de sosiego y reflexión. Su hospedería permite compartir durante unos días la vida de los monjes y participar en la medida de lo posible y, sobre todo, en aquello que realmente queramos. Orar, leer, meditar, cuidar del huerto, reflexionar en la celda, dar paseos fuera del monasterio… cada huésped se pone sus actividades, muchas de ellas con el canto gregoriano de los monjes de fondo. Es exclusivo para varones y es necesaria una reserva previa, teniendo en cuenta que la estancia mínima es de tres días (hasta ocho).
Más información:
Desde 42 €/noche.
Abadía Benedictina de Santo Domingo de Silos.
Santo Domingo, 2. Santo Domingo de Silos (Burgos).
Tel. 947 39 00 49 / 68.
abadiadesilos.es