Hace unas semanas tuve la fortuna de realizar un pequeño tramo de la Gran Senda de Málaga que tuve el honor de inaugurar. Caminar por el paisaje y la historia es lo que ofrece este proyecto que recorre algunas de las zonas más bellas y desconocidas del interior de esta hermosa provincia. Creo que hoy en día este tipo de proyectos son más necesarios que nunca, pues, además, ayudan a una economía a pequeña escala más sólida, más justa y más eficiente.
Caminar es el ejercicio más saludable que puede realizarse, que está al alcance de todos, para el cual no se necesita aprendizaje ni materiales pues todos, desde que nacemos, estamos diseñados, por dentro y por fuera, para realizarlo. Pero además, como nos enseñaron los poetas, de Cavafis a Machado, la mejor metáfora de la vida. Nunca hemos terminado de ser nómadas y caminando se accede mucho mejor a la contemplación de los paisajes solemnes, pero también al interior de nosotros mismos.
La Diputación de Málaga ha puesto en pie este camino circular de 656 kilómetros que recorre prácticamente toda la provincia ofreciendo al caminante, y también al ciclista o al jinete allí donde sea posible, su asombrosa variedad de paisajes, desde sus costas hasta su orografía más agreste; no en vano Málaga es la segunda provincia más montañosa de España. Antiguas veredas, caminos reales, riberas y senderos de montaña regresan a la vida para disfrute de los caminantes e impulso económico de sus vecinos, gracias tanto a los visitantes atraídos por esta nueva oportunidad de disfrutar de la Naturaleza como por las inversiones, provenientes de la UE, que han hecho posible este ambicioso proyecto en el que también se ha contemplado la recuperación de entornos naturales y cuencas fluviales.
Asimismo, la Gran Senda de Málaga va a formar parte de la red nacional y europea de senderos, uniéndose, entre otros, al que recorre todo el arco mediterráneo hasta Grecia. Hacemos vida y camino al andar. Estos caminos que nos unen, que descubren, enlazan y enriquecen pueblos y culturas desde hace siglos desdiciendo fronteras y prejuicios quizá sean la más necesaria y tangible metáfora para estos tiempos turbios en los que sólo se pregona lo que nos separa.
Luego tuve la fortuna de disfrutar con unos amigos malagueños del espectacular tramo conocido como “el Caminito del Rey”, que algunos exagerados han llegado a llamar el camino más peligroso del mundo y que a mí, simplemente, me pareció uno de los más bellos que pueden realizarse en España. Creo que fue uno de los últimos que han podido realizarse, pues debido a su estado de deterioro, y a la falta de precaución de algunos, se había convertido en un peligro para la integridad de algunos caminantes que no utilizaban las convenientes medidas de seguridad. Por ello ya ha comenzado a restaurarse y a realizar las obras que permitan el acceso con seguridad a todos los caminantes.
Uno que es un hombre de otros tiempos, en estos aspectos, lo hubiera preferido como estaba, simplemente quitando las zonas de pasarela que estaban más inseguras, con más incertidumbre y mayor vacío, que exigiera algún tipo de conocimiento y compromiso por parte de quien quisiera realizarlo. Creo, además, que de esta forma se procuraría trabajo a los guías de la zona. Me temo que, una vez más, ha ganado la fórmula políticamente correcta del “riesgo cero”. Ojalá me equivoque y no se busque la rentabilidad económica sino poner a disposición de los ciudadanos el disfrute de un rincón único. Ese hermoso barranco malagueño lo merece.
Os dejo con más imágenes de este espectacular paseo:
El Caminito del Rey se encuentra en estos momentos cerrado por restauración.
Se construyó a principios del siglo XX en las paredes del desfiladero de los Gaitanes, en El Chorro, Málaga.
Es un paso peatonal de unos 3 kilómetros de longitud. Tiene tramos en muy mal estado y otros en los que la anchura de apenas llega al metro. Llega a tener una altura de 100 metros sobre el río.
Se trataba un paso para los operarios que trabajaban en los Saltos del Gaitanejo y del Chorro, de modo que les facilitara las labores de mantenimiento así como el transporte de materiales o la vigilancia.
El Caminito del Rey se empezó a llamar así tras la visita del rey Alfonso XIII en 1921.
El Caminito del Rey, que arranca junto a las vías del ferrocarril y recorre el Desfiladero de los Gaitanes, tardó en construirse cuatro años, de 1901 a 1905.
El Caminito del Rey está actualmente muy deteriorado, con pasos en los que tan sólo se mantiene la viga que lo soportaba.
El Caminito del Rey ganó fama por su peligrosidad, ya que el abandono fue destruyendo su estructura.
Los numerosos accidentes, algunos de ellos mortales, que se produjeron en el Caminito del Rey acrecentaron su leyenda.
En el año 2001, la Junta de Andalucía cerró los accesos al camino, demoliendo su trazado inicial.
Hace un mes se iniciaron las obras de restauración de el Caminito del Rey. Un proyecto en el que se rehabilitarán los cuatro kilómetros del camino, en especial la pasarela de 1,2 kilómetros colgada a la pared.
Teníamos intención de cruzar el caminito el primer fin de semana de junio…pero…por lo que dices esta cortado el acceso debido a las obras no? O aún es posible cruzar? Te agradecería una respuesta porque nos vamos a desplazar desde Palencia unicamente con ese fin…gracias.
Elena, en este momento, que yo sepa, el Caminito ya está cerrado y las obras deben haber comenzado, pero sin duda en la Diputación de Malaga y en la Gran Senda de Málaga tienen que tener toda la información. Abrazos y buena suerte.