Siempre que necesito tranquilidad me voy a Jaca a buscarla, enredada entre los bosques y montañas más bellos de España. Como hace unos dias cuando estuve con unos de esos viejos amigos que son como hermanos: Juanjo y Violeta. Cuando necesito inspiración me voy a mirar las montañas tras la cristalera y sólo entonces me puedo poner a escribir. Cuando a veces estoy dentro de una tienda de campaña durante varios días, y fuera sólo veo un horizonte gris y blanco, siento nostalgia, nostalgia de estos cielos, de la cultura y el poso milenario de sus piedras, y de las gentes amables, acogedoras y siempre tenaces. Echo de menos la ciudad que me ha adoptado (y yo a ella). Y los amigos que te paran por la calle y te invitan a una caña para seguir hablando de aventuras y montañas, las pasadas y las futuras. Sin prisas ni agobios, riendo y compartiendo sin estres ni premuras de tiempo. Por eso amigos, si un día tenéis tiempo visitad, y disfrutad, de esta ciudad llena de buena vida y buena gente.
Aquí os dejo unos momentos de esos días:
Una de las pequeñas iglesias que nos encontramos en el Camino de Santiago a su paso por Jaca. Esta se encuentra en el Camino al Puente de las Grajas.
Jaca era un importante centro del comercio exterior y por ella pasaba el Camino de Santiago que partía de Somport. Se construyeron albergues, iglesias, hospitales para atender a los peregrinos y la ciudad se convirtió en referencia comercial de la zona.
A su paso por Jaca, el Camino de Santiago gira bruscamente hacia el Oeste, rumbo a Compostela. Aquí, como dice el cartel «descansaban de la dura etapa pirenaica los viajeros procedentes del centro y del sur de Europa».
La belleza de los paisajes por los que atraviesa el Camino de Santiago a su paso por Jaca merecen una visita tanto para peregrinos como para turistas de todos los ámbitos.
Cerca de la cumbre de la Peña Oroel, que compartí con mi buen amigo Juanjo San Sebatián.
Juanjo San Sebastián en la Peña Oroel. Con él he pasado unos buenos días en el Pirineo y en Jaca, a pesar de que ese no era el mejor día para una caminata.
Un día frío para un paseo hasta lo más alto de la Peña Oroel. Igualmente bello.
Con Juanjo San Sebastián en la portada de la hermosisima catedral románica de Jaca.
Y termino este post con una bella vista de los Pirineos desde Monrepos, al atardecer, cuando el sol ilumina con sus últimos rayos las nevadas (aunque poco) cumbres de la cordillera.